Muchos libros se ponen "malitos" de tanto usarlos: páginas rotas, tapas despegadas, lomos rotos...
Hemos abierto un hospital para poder diagnosticarlos e intentar "curarlos" y ponerlos de nuevo en funcionamiento.
Como en todos los hospitales, hay que seguir un protocolo:
- Retiramos de las estanterías el libro "enfermo" .
- Los enfermeros (los ayudantes de la biblioteca) rellenan la hoja de ingreso.
- Ingresamos al "paciente" en el hospital.
- El Médico (profesores encargados de la biblioteca) hace su diagnóstico (tratamiento de cura o retirada definitiva por gravedad de su estado) y prescribe el tratamiento.
- Los enfermeros aplican el tratamiento (reparación) con las heramientas del "botiquín" (pegamentos, cinta adhesiva, grapadora...)
- Los enfermeros rellenan el alta y ponen al paciente en funcionamiento.
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